EDITOR RESPONSABLE: Lic. Raúl Corzo

viernes, 16 de noviembre de 2012

CORBETA ESPORA EN RIESGO DE EMBARGO


Amarrada desde hace 37 días en el puerto de Ciudad del Cabo, en Sudáfrica, a raíz de un desperfecto eléctrico, la situación de la corbeta Espora se asemeja cada día más a los padecimientos de la Fragata Libertad.
La empresa alemana MTU, que tiene la concesión de las reparaciones de las seis corbetas de la Armada, aún no envió personal para arreglar las fallas de los tres generadores que dejaron de funcionar el 10 de octubre porque la Argentina mantiene deudas por trabajos anteriores. Desde ese día, la Espora permanece inmovilizada, con 110 tripulantes a bordo, en la base naval Simon's Town.
"Hasta que la cuenta no esté en cero, no harán nada. Quieren la plata por adelantado", reveló una fuente castrense con acceso a niveles de decisión en la fuerza naval. También informó que la compañía alemana, antes de poner manos a la obra, exige el pago de la deuda, cuyo monto no trascendió, y el cobro anticipado de esta reparación, estimada en 450.000 dólares.
A través de su vocero oficial, sin embargo, la Armada relativizó la prolongada demora y dijo desconocer la existencia de una deuda. Aseguró el vocero que "las tareas de mantenimiento ya se están realizando y la reparación está en curso", al afirmar que "cuando los trabajos terminen, la corbeta zarpará".
La Armada no dio oficialmente detalles de los trabajos iniciados, por lo que fuentes consultadas interpretaron que "lo único que se ha hecho son tareas preliminares a través del personal de a bordo, que desmontó algunos sectores de la nave", como una labor previa al arreglo de los técnicos especializados, que aún no llegaron. "Faltan los técnicos alemanes y los repuestos", informó una fuente extraoficial.
Como ocurrió con la Fragata Libertad, el fantasma del embargo acecha a la corbeta Espora, como lo admitió la canciller de Sudáfrica, Maite Nkoana-Mashabane, cuando recibió en Pretoria a su par argentino, Héctor Timerman, el 2 de noviembre pasado y transmitió esa preocupación.
Incluso,  trascendió que el gobierno argentino tenía ya asignados los recursos para la reparación de la corbeta, pero que el envío se frenó por temor a que la empresa alemana pidiera el embargo de esos fondos, ante la deuda impaga. Esto tampoco fue reconocido oficialmente por la Armada.
En la embajada de Sudáfrica en Buenos Aires, en tanto, dijero que no hay ningún pedido en la justicia ni en el gobierno de ese país por parte de bonistas.
La empresa MTU no posee oficinas en Buenos Aires, por lo que todas las gestiones con la Armada se realizan mediante conexiones con Alemania, desde donde envía los técnicos a las unidades navales en problemas. Es una compañía especializada en temas de generadores eléctricos y automatización de los barcos.

La corbeta Espora, inserta en el Proyecto MEKO 140 realizado en Astillero Río Santiago de Ensenada, se había trasladado a Ciudad del Cabo para participar de la IX edición del ejercicio combinado Atlasur, que se realiza cada dos años, con buques de Uruguay, Brasil y Sudáfrica. Ironías del destino, inicialmente había sido seleccionada para esa operación la corbeta Spiro, gtambien MEKP 140. Pero tuvo un desperfecto eléctrico y debió ceder su lugar a la Espora, al mando del capitán de fragata Daniel Finardi.
En la propia Armada hay quienes señalan que la nave habría partido ya con algún problema leve en las máquinas, que con el trajinar en alta mar se agravó.
El operativo, que demandó el cruce del Atlántico, comenzó el 24 de septiembre y se extendió durante 16 días, hasta la rotura de los generadores.
CARACTERÍSTICAS DEL NAVÍO
Inaugurada en 1985, la Espora es una de las seis corbetas multipropósito de la Armada. Mide 91,2 x 11,1 metros y, al igual que las otras cinco, fue construida en los astilleros de Río Santiago, en Ensenada, tras el diseño realizado en el astillero alemán Blohm + Voss, que aportó toda la tecnología.
La corbeta responde al modelo MEKO 140 y la característica singular es que su diseño naval es modular, lo que permite actualizar el barco por módulos en cada reparación, sin necesidad de encarar cambios estructurales ni acciones complejas. "Es como un mecano, por eso el nombre de MEKO, y tiene un desplazamiento de 1400 toneladas", explicó un conocedor del navío.

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