EDITOR RESPONSABLE: Lic. Raúl Corzo

lunes, 21 de diciembre de 2020

ADIÓS “SANTÍSIMA TRINIDAD”

Con gran pesar queremos informar a las y los trabajadores del Astillero Río Santiago que el 17 de diciembre, mediante el decreto 1017/20, el Ministerio de declaró en desuso al destructor ARA Santísima Trinidad y dispuso su enajenación. Posiblemente su destino sea ser vendido como chatarra.

Aunque quizás la mayoría de nuestros compañeras y compañeras ya estén informados del hecho, nos vemos obligados a informar sobre el hecho ya que en el 2016 el Museo había impulsado dentro del Astillero la campaña en pos de convertirlo en un Buque Museo como referencia permanente de la Gesta de Malvinas. Como fruto de ella habíamos logrado en su momento cientos de firmas del petitorio emitido por los Veteranos de Malvinas ligados al histórico buque.

1974, En Gradas
: El Destructor Misilístico ARA Santísima Trinidad, fue armado en el Astillero de Río Santiago. Su construcción se inició el 10 de abril de 1972, la colocación de su quilla fue el 11 de octubre de 1972 y la botadura se realiza el 12 del noviembre de 1974.  

En el Astillero de Río Santiago se esperaba al armado del Santísima Trinidad como punto de despegue de la construcción naval argentina. Se contaba con el permiso británico para copiar el modelo de destructor misilístico Clase 42 y se trabajaba en el buque para convertirlo en un hito de la industria naval local. 

El alistamiento se vio retrasado, cuando en la madrugada del 22 de agosto de 1975 se produjo un atentado explosivo. Pocos minutos antes el Cura Párroco de la Iglesia de La Merced, cercana al Astillero, llama a la Comisaría 1º de Ensenada y relata que: “Poco antes de las 4:00 horas es despertado por el llamado de alguien en la puerta. Al dirigirse a la misma nota que un sobre es pasado por debajo de la abertura. Al asomarse a la vereda observa que un hombre delgado se alejaba con prisa del lugar.” La nota textualmente decía lo siguiente:

A las 10 horas de ese mismo día, alguien que se identificó como del mismo grupo armado llamó al diario La Gaceta para reafirmar la adjudicación del hecho a la organización Montoneros.

El hecho fue ejecutado por el buzo táctico Maximiliano Nicoletti, infiltrado desde 1970 en Montoneros (integrando el pelotón «Arturo Lewinger»). Posteriormente, siendo instructor de buceo del cuerpo de "Albatros" de la Prefectura Naval, el presunto "revolucionario" tuvo una participación protagónica en los dos alzamientos "carapintadas" de Mohamed Ali Seineldin, en diciembre de 1989 y 1990. 

El rastro de este siniestro personaje se pierde cuando cae la "superbanda", que el 28 de febrero de 1994, asaltó un camión de caudales, llevándose un botín de 1.800.000 dólares. Nicoletti, jefe de la banda, es el único que (¿casualmente?) pudo fugar de las detenciones de la policía bonaerense.
Navegando: El 29 de noviembre de 1980, el “Santísima Trinidad” comienza una serie de navegaciones de pruebas en el litoral bonaerense. El 10 de abril de 1981 zarpa desde la Base Naval de Puerto Belgrano hacia Portsmouth, Inglaterra, a donde arribó el 24 de abril de dicho año.
El 28 de marzo de 1982 a las 10:57, el ARA Santísima Trinidad (D-2) zarpó como buque insignia del Comandante de la Fuerza de Tareas 40, rumbo al teatro de Operaciones Malvinas, encabezando a los buques de la Flota de Mar, incluido el Portaaviones ARA Veinticinco de Mayo (V-2). 

Al final del conflicto, custodió el regreso de los patriotas argentinos al continente, entre ellos los egresados de la ETARS y trabajadores del Astillero Río Santiago, Vicente Bruno, Gabriel Olavarría, Tomás Zóccaro y Roberto Coria, hoy ya jubilados.
Terminada su participación en la Guerra de Malvinas, el buque continuó operando con el resto de los buques de la Flota de Mar de la Armada Argentina. 
Su última navegación operativa fue en junio de 1989. 
Desde entonces comenzó a ser canibalizado 
debido al embargo británico posterior 
a la Guerra de Malvinas
, para servir como fuente de repuestos para su gemelo, el ARA Hércules.

Una parte de las firmas de los trabajadores
del Astillero Río Santiago
apoyando la propuesta de los
Centros de Veteranos de Malvinas
Radiado en diciembre de 2004, desde esa fecha quedó en custodia y preservación por la Armada Argentina, amarrado en la Base Naval Puerto Belgrano, hasta que se produjera su hundimiento. 

En 2014, la Armada Argentina comenzó el proceso para reflotarlo y tras diversas maniobras coordinadas del Servicio de Salvamento y Buceo de la Armada, a mediados de diciembre de 2015, el buque fue enderezado y volvió a flote. 

Se logró que la Cámara de Senadores diera media sanción a un proyecto de ley declarándolo Patrimonio Histórico Nacional y entonces en 2016 buscamos que la Cámara de Diputados sancione la ley que la declarara Buque Museo.


No se dio. "Ni siquiera se le permite el honroso final  de ser hundida por fuego, sirviendo de blanco" en un último servicio a su Arma, su Bandera y su Nación, como afirmara el Veterano de Guerra, trabajador del Astillero y miembro de la Comisión  Homenaje a los Héroes de Malvinas del ARS,  Raúl Oroe

Adiós, Heróico Santísima Trinidad…

jueves, 17 de diciembre de 2020

BAUTISMO Y BOTADURA: Los trabajos más emotivos

La botadura representa quizás el momento más importante en la vida de un buque.
El evento en sí dura menos de un minuto y su realización casi no ha evolucionado
a lo largo de la historia naval.
Concatenado con su bautismo, el buque -la obra móvil más grande que construye el hombre-
transfiere su peso desde la cama de construcción a la cuna de lanzamiento,
justo antes del deslizamiento por la grada,
contactando, por primera vez, su hábitat natural: el agua.
La botadura es una vivencia cúlmine que Astillero Río Santiago realizó ya 63 veces, casi una vez por año desde su fundación… y no por reiterada deja de conmovernos.

El deslizamiento hacia el agua se inicia gracias a dos capas de grasas de distinta consistencia que se colocan entre la imada (una pista de madera sobre la cual se construye el barco) y la anguila (otra de las partes de esta pista), que se deslizará al agua junto con el buque. 

Las imadas se colocan sobre una superficie dotada normalmente con la inclinación de las imadas, que recibe el nombre de grada.

Estas fotografías del 30 de agosto de 1967 muestran el inicio construcción de las pistas de deslizamiento. El señor de la gorra era don Vicente Tesoriere y dicen las mentas que era muy trabajador. Lo apodaban “8 Pistones”.

Vista general de la imada.
Momentos antes de ser botada la nave, se retiran en una secuencia preestablecida los picaderos y puntales ya que el deslizamiento de la misma se realiza de forma controlada.

La embarcación queda apoyada sobre la cuna de lanzamiento, y sólo queda retenida sobre la imada por los puntaletes y unos dispositivos de sujeción llamados llaves de lanzamiento. Los puntaletes se retiran instantes antes del bautismo del buque, tras el cual se acciona el mecanismo disparador liberando las llaves de lanzamiento.

(Derecha) Trabajadores del Astillero ultimando los detalles de la maniobra bajo el casco colosal de un bulk carrier apenas soportado por los frenos. 

Se incorpora grasa a la pista y comienzan a soltarse los frenos.
Aquí el mecanismo preparado para el bautismo.
La tradición de romper una botella contra la proa es de origen británico y se produjo por primera vez en 1780, pero la figura de la madrina encargada de estrellarla contra el caso del nuevo barco se originó en España.

Normalmente suele recaer en una persona relacionada con el armador del buque y en el caso de tratarse de buques de guerra, con las altas personalidades del Estado, del Gobierno o de la Marina.

La botella se rompe y el buque comienza a deslizarse… ¡Al fin, el gran momento se alcanza y Astillero Río Santiago entrega un nuevo hijo al río.

viernes, 11 de diciembre de 2020

PERÓN HABLA EN LA BOTADURA DE LA "AZOPARDO"


El 11 de diciembre de 1953 fue un jalón histórico para el “astillero nuevo”: Realizamos nuestra primer botadura (Fragata ARA “Azopardo”) e iniciamos las obras de la tercera construcción (Fragata ARA “Libertad”)

Por tal motivo el presidente de la Nación, Juan Domingo Perón, se hizo presente por primera y única vez en las instalaciones del Astillero Río Santiago, integrante de AFNE, la entidad dependiente del Ministerio de Marina que creara mediante el Decreto 10.627 del 15/6/53, con carácter de empresa del Estado.

11-12-1953: Botadura de la fragata ARA "Azopardo". La primera en  Gradas del Astillero Río Santiago. 
En la grúa puede observarse un detalle de la época:  el cartel "Perón Cumple"

En dicha oportunidad Perón expresó el alto concepto que tenía sobre el rol de la industria naval en el engrandecimiento de nuestra Nación:

“Me siento inmensamente feliz en presencia de esta obra que, siendo pequeña todavía, representa los prolegómenos de una gran acción confiada a la Marina de Guerra Argentina.

Por esto hago llegar mi palabra de estímulo y aliento a los técnicos argentinos y a los trabajadores que han puesto el cerebro y el músculo argentino al servicio de la Patria en esta obra directa y fehaciente de nuestra grandeza.

Hace tiempo, un tanto risueñamente, se habló de algunos gauchos al timón. Ha pasado desde entonces apenas cuatro años y no olvido, y nadie debería olvidar, que en las aguas de esta tierra fueron gauchos al timón los que obtuvieron las primeras glorias para nuestra Marina de Guerra y no olvidaremos tampoco que la bandera argentina hoy pasea su soberanía y su gloria en todos los mares conducida por gauchos al timón.

Pedimos a Dios que proteja nuestras naves, producto de la inteligencia y del trabajo argentinos, y permitan que surquen los mares de todo el mundo para que se vaya formando una nueva tradición que trasunte el espíritu grandioso de esos gauchos que, como en la pampa, harán en el mar la grandeza de Argentina"

DISEÑO Y TRABAJO ARGENTINOS

El Presidente J. D. Perón coloca el primer remache de la fragata "Libertad"

El casco de la "Libertad" es la obra maestra del Capitán D’Arcángelo.

Amelio Milo D'Arcangelo fue un marino e ingeniero naval argentino reconocido a nivel mundial por el desarrollo de técnicas innovadoras para la construcción y reparación de buques, fundador y docente de la carrera de Ingeniería Naval en varios países del mundo.

La pureza de las líneas de agua de nuestra querida fragata es reconocida mundialmente como el resultado de un diseño de excelencia. La construcción del casco, con uniones soldadas, es considerada como un anticipo fundamental para los cánones de construcción naval de su tiempo. Los resultados fueron excelentes como los demuestra su historial de records, premios y distinciones.

EL NOMBRE QUE NO FUE


Perón se dirige hacia las Gradas rodeado de marinos: El cartel de fondo es significativo: UNA INDUSTRIA NAVAL PARA LA NUEVA ARGENTINA. En la escena de la botadura se puede ver otro letrero colgando de la grúa con el consabido: PERÓN CUMPLE.

El General, pese al buen semblante que ostenta, aún luce el brazalete negro rodeando su brazo en señal de luto por el fallecimiento de su esposa. 

Es tradición entre los trabajadores de la época recordar que la fragata que se iniciaba sería bautizada como “Eva Perón” en recuerdo de la Primera Dama. 

Por supuesto, los avatares de la política y la historia no lo permitieron.

miércoles, 2 de diciembre de 2020

Locotractores Cockerill: DE ASTILLERO RÍO SANTIAGO PARA FERROCARRILES ARGENTINOS

Entre 1980 y 1981 AFNE (Astilleros y Fábricas Navales del Estado), bajo licencia Cockerill, construyó 100 locotractores. Estos vehículos se usan en las playas de maniobras ferroviarias para mover cortes de vagones y/o armar las formaciones de trenes para su despacho; son mucho más económicas que utilizar locomotoras.

El trabajo, destinado a Ferrocarriles Argentinos, se enmarcaba en el Plan de Mediano Plazo que la administración ferroviaria ejecutaba para poner fin a la época del vapor en la Argentina.

Se calcularon las diversas unidades que se necesitarían en cada línea del ferrocarril en sus varias versiones y se celebró un contrato entre las empresas que incluyó la provisión de 130 locotractores, cifra inusitada para este tipo de vehículos. Treinta de ellos fueron traídos desde Bélgica, el resto se hicieron en nuestro país.

Los vehículos eran similares exteriormente pero se subdividían en las siguientes versiones, de acuerdo a cada uso específico para los cuales se programaron:

  1. Los 10.XXX (Las letras XXX corresponden a la numeración de cada vehículo) eran veintidós locotractores destinados a cuatro ferrocarriles en tres trochas (Mitre 6, Sarmiento 3, Belgrano 11 y Urquiza 2). Se caracterizaban por operar en simple, o sea que no tenían mangueras de interconexión para con ningún otro vehículo.

2) Sesenta y ocho vehículos modelo T 10.XXX  (doble tracción) que se distribuirían así: Roca 19, Mitre 8, Belgrano 34 y Urquiza 7.


3) La versión GT 10.XXX (con “doble gama” de velocidad) que sumaron veinte (12 para el Roca, 3 al Belgrano y para Urquiza 5).

4) Las restantes veinte fueron locotractores modelo AGT 10.XXX (la versión más sofisticada, con freno automático para todo el tren) y se suministrarían de a pares a los mismos ferrocarriles (Roca 12, Belgrano 3 y Urquiza 5) 

Estos vehículos tenían una longitud 8 mts, pesaban 33000 kg y alcanzaban una velocidad máxima de 40 km/h. 

Estuvieron pintados durante su vida útil de un esquema de fábrica anaranjado con franjas verdes, salvo el veterano 10.001 que permaneció 10 años moviendo coches y vagones en Plaza Constitución, luciendo el clásico FA1.

Para la trocha ancha no se respetó el plan y el Roca obtuvo 29 de los 43 programados, el Mitre recibió 2 más (14) y el San Martín, que no figuró en listas, recibió 12. 

La construcción de locotractores Cockerill fue una fuente de trabajo genuina para AFNE. En los años 90, etapa de destrucción y privatización de Empresas del Estado, algunos pasaron a los concesionarios, quienes no demostraron interés en utilizarlos, salvo ejemplos puntuales.

En tanto, el Taller Locotractoras de Astillero Río Santiago fue entregado a la Zona Franca La Plata quien procedió a depredarlo y desguazarlo.