EDITOR RESPONSABLE: Lic. Raúl Corzo

miércoles, 19 de agosto de 2020

Astillero Río Santiago: LA CAÍDA DE LOS COLOSOS

Las grúas de Astillero Río Santiago son emblemáticas para los que no tienen acceso a la planta naval.
Sus imponentes siluetas se distinguen desde lejos en las calles aledañas de Ensenada.
Y han inspirado fotos hermosas en sus trabajadores que las capturan frecuentemente y a distintos
horarios en esta era de accesibles artefactos digitales.
Pero hay una historia que queremos contar, no muy conocida y con pocos documentos gráficos.


En la noche del 4 al 5 de enero de 1974 la conjunción de la  Naturaleza y un descuido humano produjo lo impensable en los Astilleros y Fabricas Navales del Estado (AFNE).

Un fuerte vendaval arrancó árboles de cuajo en la planta naval, produjo la voladura de una parte del techo del sector Buques Militares y la caída de una columna sobre otra área del mismo
Lo más impactante fue que las altísimas grúas ELYMA, visualizadas desde lejos por la población circundante a Ensenada, se derrumbaron sobre Gradas y el Taller de Galvanoplastía. 

La explicación más popular del acontecimiento era que el operario a cargo se había olvidado de soltar los frenos de la maquinaria lo que hizo que opusiera resistencia al viento hasta que fue vencida por el fenómeno natural.


-La tormenta fue en vísperas de Reyes y era viernes. Me acuerdo porque ese sábado vinimos a hacer extras – contaba Manuel Ruiz, un veterano capataz del sector Maniobras ya jubilado.

- Las hicimos sí, pero haciendo arranchamiento y tratando de componer el desastre de la tormenta- recordaba sonriendo nostálgico.

miércoles, 12 de agosto de 2020

“Ciudad de Paraná": EL BUQUE QUE FUE HOTEL

Este Buque Fluvial de Transporte de Pasajeros fue la Construcción nº 6 y la Botadura nº 6 de nuestro Astillero (por entonces AFNE).
La obra se realizó para 
Flota Fluvial del Estado Argentino (F.A.N.F.)
y su real 
fecha de botadura fue 19-12-1959.

El “Ciudad de Paraná” (arriba, ilustración de 1962) necesitaba 91 tripulantes y tenía la capacidad de albergar a 432 Pasajeros (232 en 1ª Clase; 200 de 2ª). Su Eslora (longitud) era de 105, 50 metros -el largo de una cancha de fútbol, aproximadamente-, y su Manga (ancho) de 17, 40.   Poseía cinco bodegas y podía  llevar hasta seis vehículos en cubierta) y navegaba a la vertiginosa  velocidad de (14 nudos) 26 km/h; si usted tenía apuro, mejor buscar otro vehículo, porque éste estaba hecho para el placer.

En el 2002 Carlos Vecarezza, un periodista de Rosario detalló cuando tuvo oportunidad de viajar en el buque “El barco tiene unos salones que son preciosos, construidos en los años 60 con características de lujo. Hay un restaurante sobre la cubierta del tercer piso y en el medio tiene un bar. Adelante hay salones que funcionaban como sala de cine y ahora es el lugar donde se desayuna. Más abajo hay otro bar, mientras que en la planta baja hay una galería en la que antes se transportaban automóviles. Después hay un sistema de camarotes muy cómodos, amplios y con baños, y con más de 300 camas”.

Fue entregado en 1962 y durante el primer verano del 62 hizo viajes diarios a Montevideo, mientras que en el invierno del 63 empezó a hacer el recorrido entre Buenos Aires, Corrientes y Asunción. En 1998, la última actividad importante que el navío pudo realizar consistió en un viaje hacia Montevideo, Piriápolis, Punta del Este y desde el río Uruguay hacia adentro, hasta Gualeguaychú y Fray Bentos.

En el 2002 el barco crucero “Ciudad de Paraná” llegó a la provincia de Misiones para realizar paseos turísticos en el área de Cataratas. A pesar de las dificultades para anclar, el buque de enormes dimensiones arribó a la provincia ya entrada la noche el 31 de julio, donde fue recibido por adultos y niños que aplaudieron su llegada. En puerto Iguazú quedó amarrado  hasta el 2008 funcionando como hotel y salón de fiesta. Allí lo redescubrieron unos emprendedores que decidieron comprarlo, en principio pensando en reformarlo para hacer un hostel.

En el 2009 volvió al Astillero Rio Santiago para su reparación, en el 2010 fue vendido y transformado en hotel, junto al Ciudad de La Plata/Ciudad de Mar del Plata II,  ahora Hotel San Carlos. Se lo llevó flotando, se le hizo un canal para embicarlo que luego se secó, por lo que está en tierra. Actualmente está varado en la margen izquierda del río Paraná Miní, se lo puede ver perfectamente aguas abajo  desde el primer puente   Zárate-Brazo Largo

El "Ciudad de Parana": En Zarate (derecha) a la espera de ser llevado a su destino final. (Izquierda) Ya en su lugar definitivo como hotel. (Imagen Ignacio Amendolara Histarmar.org)

miércoles, 5 de agosto de 2020

Soldador: EL OFICIO DE UNIR

La acción de soldar, en la industria, define a la unión de piezas metálicas, con o sin material de aporte.

Aunque el trabajo los metales y la unión de los mismos datan de hace siglos, la soldadura, tal como la conocemos en la actualidad, hizo su aportación alrededor del año 1900. 

La tecnología de la soldadura avanzó rápidamente durante el principio del siglo XX mientras que la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial condujeron la demanda de métodos de juntura confiables y baratos. 

Después de las guerras, fueron desarrolladas varias técnicas modernas de soldadura, incluyendo métodos manuales como la Soldadura manual de metal por arco, ahora uno de los más populares métodos de soldadura, así como procesos semiautomáticos y automáticos tales como Soldadura GMAW, soldadura de arco sumergido, soldadura de arco con núcleo de fundente y soldadura por electroescoria.


En 1920 se introdujo de la soldadura automática en la que el alambre del electrodo era alimentado continuamente.  La porosidad y la fragilidad eran los problemas primarios, por lo que se procuraba proteger las soldaduras contra los efectos del oxígeno y el nitrógeno en la atmósfera.


Posteriores avances permitieron la soldadura de metales reactivos como el aluminio y el magnesio. Esto, conjuntamente con desarrollos en la soldadura automática, la corriente alterna, y los fundentes alimentaron una importante extensión de la soldadura de arco durante los años 1930, que pronto llegó a ser popular en la fabricación de naves y la construcción.



En esa época, en Alemania se logró construir la primer serie de buques llamados Acorazados de Bolsillo clase Deutschland. Se ahorró una gran cantidad de tonelaje usando soldadura eléctrica de profundidad en lugar 

de remaches. 


Los cascos de los buques fueron construidos con marcos de acero transversales utilizando soldadura en el 90% del mismo en lugar del remachado como era habitual en esa época lo que permitió ahorrar un 15 % del peso de los mismos.


Esta misma técnica comenzó a usarse en Astillero Río Santiago recién en 1969.


El proceso empleado en la Industria Naval es el Ciclo largo (arco convencional): Se sueldan pernos de grandes diámetros o métricos, en tiempo largo de soldadura, utilizando para ello arandela cerámica o gas de protección (hasta M12 o Ø12) y para diámetros superiores.