EDITOR RESPONSABLE: Lic. Raúl Corzo

miércoles, 5 de agosto de 2020

Soldador: EL OFICIO DE UNIR

La acción de soldar, en la industria, define a la unión de piezas metálicas, con o sin material de aporte.

Aunque el trabajo los metales y la unión de los mismos datan de hace siglos, la soldadura, tal como la conocemos en la actualidad, hizo su aportación alrededor del año 1900. 

La tecnología de la soldadura avanzó rápidamente durante el principio del siglo XX mientras que la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial condujeron la demanda de métodos de juntura confiables y baratos. 

Después de las guerras, fueron desarrolladas varias técnicas modernas de soldadura, incluyendo métodos manuales como la Soldadura manual de metal por arco, ahora uno de los más populares métodos de soldadura, así como procesos semiautomáticos y automáticos tales como Soldadura GMAW, soldadura de arco sumergido, soldadura de arco con núcleo de fundente y soldadura por electroescoria.


En 1920 se introdujo de la soldadura automática en la que el alambre del electrodo era alimentado continuamente.  La porosidad y la fragilidad eran los problemas primarios, por lo que se procuraba proteger las soldaduras contra los efectos del oxígeno y el nitrógeno en la atmósfera.


Posteriores avances permitieron la soldadura de metales reactivos como el aluminio y el magnesio. Esto, conjuntamente con desarrollos en la soldadura automática, la corriente alterna, y los fundentes alimentaron una importante extensión de la soldadura de arco durante los años 1930, que pronto llegó a ser popular en la fabricación de naves y la construcción.



En esa época, en Alemania se logró construir la primer serie de buques llamados Acorazados de Bolsillo clase Deutschland. Se ahorró una gran cantidad de tonelaje usando soldadura eléctrica de profundidad en lugar 

de remaches. 


Los cascos de los buques fueron construidos con marcos de acero transversales utilizando soldadura en el 90% del mismo en lugar del remachado como era habitual en esa época lo que permitió ahorrar un 15 % del peso de los mismos.


Esta misma técnica comenzó a usarse en Astillero Río Santiago recién en 1969.


El proceso empleado en la Industria Naval es el Ciclo largo (arco convencional): Se sueldan pernos de grandes diámetros o métricos, en tiempo largo de soldadura, utilizando para ello arandela cerámica o gas de protección (hasta M12 o Ø12) y para diámetros superiores. 

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