EDITOR RESPONSABLE: Lic. Raúl Corzo

domingo, 19 de septiembre de 2021

Ana Leis de Antonini. LA PRIMERA MADRINA DE LA FAMILIA ASTILLERO RÍO SANTIAGO

En 1956 ocupábamos una extensión de 104 hectáreas y ya poseíamos una superficie cubierta de 76 000 metros cuadrados, pero todavía eran tiempos épicos para el Astillero Nuevo de Ensenada. Por citar algunos ejemplos, aún se hallaban pendientes parte de la construcción del taller de Mecánica, los túneles de tubería, la iluminación perimetral, la pavimentación de muelles, dragados y rellenos.

En ese entonces se nos había encomendado la construcción de tres cargueros costeros de 5.000 TPB para FANU (Flota Argentina de Navegación de Ultramar). En 1957 se entregó a la Armada Argentina la fragata ARA “Azopardo”, a la par se avanzaba la construcción de su símil, el ARA “Piedrabuena”, del motovelero fragata “Libertad” y del barco transporte de pasajeros “Ciudad de Paraná”. 
Además, se había emprendido la labor de retransformar el “Gasestado” en el buque oceanográfico “Capitán Cánepa” y se construía una serie barcazas tanque de empuje para la Administración General de Transporte Fluvial. Los 1.128 operarios afectados en ese entonces a la producción, más los 272 técnicos y administrativos, sumados los 96 aprendices, no daban abasto ante el vigoroso impulso de la actividad naval, no sólo en nuestra planta sino en el país, que ansiaba renovar el potencial naviero argentino.
Los requerimientos de trabajo planteaban la rápida incorporación de personal tanto técnico como obrero y para ello se formaban jóvenes, empleando las capacidades de la Escuela de Aprendices de la Base Naval de Río Santiago, la Escuela de Especialidades existente en el mismo Astillero y las escuelas técnicas públicas de la zona, pero nunca fue un proceso fácil y expeditivo la formación de trabajadores navales idóneos.
 "Administración General del Transporte Fluvial", creada por el decreto 9906, del 4 de mayo de 1945, dependiente del Ministerio de Transporte Nacional, uno de los clientes abastecidos por Astillero Río Santiago.
Como era lógico el “cuello de botella” se resolvía redoblando los esfuerzos del plantel existente; y los trabajos salían, en tiempo y forma, a fuerza de excelencia en el trabajo y amor al oficio. Tamaño esfuerzo debía ser reconocido de algún modo y las autoridades decidieron que la madrina de una de las embarcaciones botadas ese año sería la esposa del operario más antiguo de la planta. Tamaño honor recayó sobre Ana Leis, esposa del Supervisor de Mantenimiento Roberto Emilio Antonini y ella bautizó a nuestra Construcción nº 9, la A.G.T.F. 1280, botada el 19 de septiembre de 1957. 
Nos imaginamos la emoción de nuestros compañeros esa mañana de primavera cuando el lugar que habitualmente ocupan las Primeras Damas o las esposas de ministros o empresarios armadores, era orgullosamente desempeñado por una representante de las familias de los trabajadores.

(Fuente: Una Madrina Singular, Un Sentimiento llamado Astillero, Cap. III, Raúl A. Corzo)

2 comentarios:

  1. Mi bisabuela y mi bisabuelo Emilio antonini, gracias!!!

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  2. Gracias Raúl.........era mi abuela paterna........!!!!!.
    Yo y mi hermano Víctor , somos tercera generación , en el ARS

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